Frecuentemente con depósitos de carbonato cálcico y otras sales (sales de magnesio).
Talo desarrollado a partir de un protonema originado por el cigoto (oóspora) o por rizoides del adulto, rizoides que luego degeneran.
Talo organizado en entrenudos cilíndricos y nudos con verticilos de ramas.
Nudos que son de un complejo parenquimático, con células uninucleadas que poseen facultades latentes para regenerar nuevas plantas.
Entrenudos que están formados por una única célula plurinucleada en los miembros no corticados (célula internodal).
En Chara la célula internodal está cubierta por un estrato de células corticales que se originan a partir de las células nodales adyacentes hasta contactar con las células corticales del nudo vecino.
Rizoides que se originan primariamente a partir del primer nudo protonemal, pero también se desarrollan de forma adventicia de los nudos del tallo adulto.
Crecimiento del eje principal apical e ilimitado, una célula apical se divide transversal y periódicamente para formar una célula derivada cortamente cilíndrica, ésta se divide transversalmente produciendo dos células:
Célula nodal inicial (superior) que desarrolla el complejo nodal tras una serie ordenada de divisiones.
Célula internodal inicial (inferior), que no experimenta más divisiones.
Célula internodal que se alarga gradualmente, se forman varias vacuolas centrales grandes y el núcleo se divide.
Células nodales que sufren mitosis con aparición de fragmoplastos, las divisiones son longitudinales, las células pericentrales salen hacia afuera y funcionan como apicales laterales, repitiendo el proceso, pero la célula apical de las ramas deja de crecer tras ciertas divisiones.
Se pueden originar ramas de crecimiento ilimitado a partir de los complejos nodales de las ramas próximos al eje central.